UN VERDADERO QUEHACER
RADIAL
El siguiente ensayo tiene como finalidad principal recaudar y
analizar diferente información para entender mejor en que consiste realizar un
verdadero quehacer radial y a su paso analizar diferentes conceptos sobre la
radio para una mayor comprensión.
Para empezar, la
radio, que a pesar de los diferentes pronósticos nada favorecedores, en la
actualidad sigue congregando el interés de su audiencia, aun sabiendo que, como menciona Jara Llanos en su artículo las radios y sus
alejamientos del medio, “el estado
actual de los medios de comunicación humanos es muy incierto, no solo porque los cambios son
permanentes, sino también porque los grandes paradigmas se están cayendo. La tenencia
funcional de los medios es variante, los canales de expresión son espacios de
multidominio, la búsqueda de nuevas fórmulas hace de esta experiencia
comunicacional una
tarea siempre previsora, a la vez que siempre cambiante…, si esto lo observamos
desde la participación, o de sus espacios naturales para ello, nos vamos a ver involucrados
en el quehacer radial, tan poco respetado por las legislaciones actuales, así como
tan poco realista. Y, de otro lado, tenemos la posibilidad de pensar la radio como
propuesta amenazada por las nuevas tecnologías, en que es difícil delimitar los
públicos y sus preferencias”; debemos
dejar en claro que la radio, es un medio de comunicación íntimo casi privado,
con carácter de compañía personal y con apego a los sentimientos; en sus
inicios fue más misterioso que la fotografía o la escritura mecánica debido a varias
razones: este nuevo medio transmitía voces descorporizadas desde un origen
desconocido y tenía el poder de enviar mensajes sin hilos, como por arte de
magia, de un país a otro y de un continente a otro. Esta nueva tecnología
transformaba a la audiencia en ciegos –al menos durante los minutos que duraba
la emisión– y los obligaba a reconstruir los otros sentidos basándose
exclusivamente en los sonidos emitidos por el receptor. Además, un receptor de
radio era aun infinitamente más complejo que una cámara o una máquina de
escribir: cualquier persona podía aprender a tomar fotografías o a
mecanografiar, pero la operación de un aparato de radio estaba reservada a los
expertos de esta doctrina hertziana (hipervínculo 1), hecho que en la
actualidad ya no ocurre; eso lo veremos más adelante.
La simultaneidad del medio, su ubicuidad, el costo limitado
de la infraestructura técnica, el bajo precio de los receptores, la calidad
sonora cada día, más óptima , han convertido a la radio sucesivamente en vehículo de noticias, fuente de distracción,
máquina para la guerra –en favor y en contra de los bandos contendientes-
instrumento de expansión de la paz, y apoyo insustituible para la educación en
muchas zonas del mundo (hipervínculo 2), además de difundir señales producto
deformadas, pero repetibles (grabaciones), o transformar campos auditivos
reales, irrepetibles,redundantes en su actuación, deformadas o transformadas,
simultáneas, fugaces, multiplicadas por un factor extremo al medio y al productor
(oyente), materializadas por el mismo, solo aprensibles en presente y a
distancia(en no presencia), bajo unas determinadas condiciones de recepción
(tipos de escucha) y dirigidas a un público indiscriminado, a su vez no puede
pretender un realismo total, lo escuchado a través de la radio es el resultado
de una serie de transformaciones electroacústicas y físicas, con efectos
psicológicos, que modifican la esencia sonora de los contenidos originales- sean
voces o músicas- y la percepción de los mismos, por ello la restitución total
de la realidad por parte de la radio se manifiesta imposible, según esto, la
restitución que la radio hace de los mensajes originales no es tan siquiera una
reproducción ni una reconstrucción, sino una recreación; la recreación
radiofónica, al no poder restituir la realidad total, debe ser una recreación
verosímil, para ser aceptada. En este sentido conviene recordar que ya
Aristóteles señalaba como preferible lo imposible verosímil a lo posible
inverosímil, ejemplos máximos de recreación y verosimilitud son la adaptación
de Orson Welles de la obra La guerra de los mundos y la propaganda nazi a
través de la radiofusión alemana, aunque en esta última pueda encontrarse
también una abundante utilización de símbolos más que de conceptos, en un
intento de actuar sobre las funciones psíquicas que escapan al control del
intelecto, recreación verosímil es también la
retransmisión de un partido de fútbol, pero lo que escuchamos no es el partido de fútbol, sino su recreación
verosímil a cargo del reportero, con su narración, y de la técnica, con el
aporte de datos sonoros sobre el desarrollo del encuentro (hipervínculo 3); debemos dejar en
claro que el hablar por radio es un arte, como bien menciona López Vigil en su libro manual urgente para radialistas
apasionados, “consiste en emocionar, conmover y repercutir sus contenidos
en la imaginación de su audiencia; para ello es necesario hacer uso de palabras
concretas, sencillas, ya que estas resultan ser las más cultas; que pinten la
realidad en un lenguaje descriptivo, narrativo y sensual, se tiene que hablar
con gracia y seducir. Actualmente ya no caen bien esos señores circunspectos,
esos locutores incoloros, insaboros e innodoros; en la radio moderna, habla
gente como uno, que no teme al ruido de vida; mientras más nos apropiemos del
habla real de la gente más podrá la gente apropiarse de la radio sentirla suya
y de eso se trata, no se quiere ser la voz de los sin pueblo por que el pueblo
no es mudo, ellos saben mucho mejor que nosotros lo que quieren y lo que solo
les hace falta es el canal de expresión”.
Realizar un verdadero quehacer radial consiste en amplificar
la voz de la ciudadanía, hacer escuchar los pedidos de la gente, saber
reconocer a los oyentes, conocer al público al que nos dirigimos; de nada sirve
tener los mejores equipos tecnológicos cuando no tenemos gente que nos oiga,
para eso es necesario hablar menos y escuchar más, escuchar a la población.
Como mencioné al inicio, en la actualidad ya no es
imprescindible ser un experto en la doctrina hertziana, todos tienen la
posibilidad de transmitir mensajes(teniendo en cuenta que la radio es la misma
sociedad, nos pertenece a todos y todas, es un recurso natural como el aire o
la capa de ozono) también como menciona Jara Llanos… “las radios son entendidas y
cultivadas como espacios de ejercicio ciudadano, que poco a poco va perteneciendo
a las audiencias, las cuales convierten o revierten sus agendas propias en
asuntos de impropiedad y de reales mediadores sin disponer de formación técnica
ni cultural previa” , también destaca López Vigil...“con demasiada frecuencia, los más estudiados incluso los de ciencias
de la comunicación o periodismo resultan inservibles frente a un micrófono.
Prueba de ello es que los mejores comunicadores y comunicadoras con las que se
cuenta, nunca han estudiado comunicación”, tan solo basta con saber lograr un buen
feedback con la audiencia, una aceptación real de lo que estás transmitiendo,
además de permitir que la gente hable en las radios, así se lograría una
ganancia doble; el locutor aprende a escuchar y el oyente a hablar: NADA
NOS HUMANIZA MAS QUE LA PALABRA.
En conclusión, como
menciona Valencia Rincón en su artículo midiendo
y construyendo audiencias radiales…“la radio se ha convertido en un medio
asociado a estilos de vida. Los oyentes escogen sus emisoras favoritas al menos
en parte, porque los refleja en sus gustos, valores e identidades. Son un
espejo cultural para ellos, una referencia por medio de la cual se pueden
definir y con la que pueden mantenerse en contacto con los elementos de su cultura”,
por ello como menciona Jara Llanos “las
radios, no desaparecerán justamente por las posibilidades de apropiación. Las
tenencias están haciendo crecer las capacidades de respuesta de las audiencias
(que ya no son receptáculos, sino participantes),así como están implementándose
modernas iniciativas con soporte digital para una mejor afirmación ciudadana;
con ello nacen, y se ensanchan sus capacidades, muchas ciberradios, hasta
administradas por particulares, que dentro de poco podrán ser escuchadas desde cualquier
celular, i-pad o tablet, sin ninguna dificultad, lo que también debilitará la tenencia
tradicional (monetaria) de los medios y la tenencia del gobierno a cargo, pues
el espacio digital (internet) emplea unas frecuencias mundialmente libres”. La
radio, al margen ya de cualquier sistema convencional de recepción, está hoy
incrustada en la vida cotidiana de tal modo que su presencia pasa desapercibida
en ocasiones, aunque esté allí actuando, sobre millones de personas,
veinticuatro horas sobre veinticuatro cada día del año, a su vez es relevante hacer
hincapié en que no es suficiente tomar a la radio únicamente como práctica, se
deben conocer sus antecedentes, metas y visiones tanto iniciales y actuales, las
cuales nos permitirán realizar una buena investigación de los elementos y el tipo
de coyuntura que tiene lugar en el
quehacer radiofónico, a partir de estos diversos resultados se puede lograr replantear
un modelo de producción nuevo que cumpla con las necesidades de la audiencia.
Del mismo modo es ineludible añadir que el mejor análisis y contraste con la
realidad que se puede realizar, ya sea de forma cualitativa o cuantitativa, es
interrelacionarse y comunicarse con la población de manera directa y a través
de una coexistencia, sin tener que hacer uso de herramientas y técnicas
medibles. Por consiguiente, es muy importante que aprendamos a
reconocer en que consiste la práctica de un verdadero quehacer radial y tener
siempre en cuenta que depende de cada uno de sus actores y del análisis que
cada uno de ellos realicen en los diferentes ámbitos del desarrollo de emisión
de mensajes a favor siempre de la población.
Hipervínculos:
1
2
3
Mónica,
ResponderBorrarEl ensayo es ordenado, aunque hay precisiones poco aportantes y poco vinculantes.