FdPdC+D- trabajo final del curso.

Reseña:

Mi experiencia incidental: La bajada de

 la combi del caserío la Raya

Nos encaminamos en esta aventura, a inicios de este año en nuestro primer curso de Comunicación para el Desarrollo. La aventura surge como un proyecto para aprobar el curso, sin embargo, yo no lo veía así, puesto que la comunicación para el desarrollo representa un ámbito muy tentativo para mi desarrollo profesional y estaba dispuesta a asumir este proyecto.

La decisión de elegir al Caserío la Raya como parte de todo este trabajo fue del equipo, los primeros acercamientos directos destinados a tener diálogos y participación con los pobladores del caserío la Raya para intercambiar ideas y ver formas de desarrollarse como comunidad, se dieron en enero del 2022.

En julio del presente año, empezamos a ejecutar las 8 actividades restantes planificadas dentro de nuestra matriz de incidencia, la cual consiste en la conformación de un comité con la integración del 50% de niños entre los 7 a 14 años, para generar una mejora en salud y tener un adecuado bienestar físico, mental y social, vinculado al Centro de Salud de Túcume.

A grandes rasgos, desde nuestra subida a la combi de La Raya hasta ahora que ya nos encontramos próximos a bajarnos, se ha visto una gran evolución en los niños y pobladores en general pues según comentarios en esta mesa redonda, integrada por dos miembros del caserío, han adquirido diferentes hábitos que han sido explicados con anterioridad en nuestras actividades.

Empezamos con la actividad “Todos en cancha”, la cual tiene como objetivo incentivar las actividades deportivas, la salud física, el mantener una mente sana, en cuerpo sano, además de fortalecer el concepto de trabajo en equipo con la práctica de valores. Esta actividad fue dialogada en la mesa redonda organizada. 

Específicamente, el joven de 19 años de edad, Cristhian Puicón, nos comentó de su experiencia dentro de su familia y niños de la comunidad: “uno de mis sobrinos no es mucho de hablar pero con la visita de psicólogos y un espacio en donde pueden jugar, donde pueden recrearse y conocer más personas ya él me comenta un poco más, ya explora un poco más, es un gusto ver que está interactuando más de lo que lo hacía hace unos años[…] el tema de la pandemia, que después de dos años que han estado encerrados, prácticamente todos los días frente a una pantalla de celular o televisión; hoy ya me es reconfortante que cuando paso con mi mototaxi veo cómo se pueden reunir en grupo y se puedan recrear que es lo que necesitan ahora, que entre ellos puedan salir a jugar, hacer deporte, que es importante”, señaló.

En el diálogo

Este testimonio sirvió como base para el continuo intercambio de diálogo, de experiencias y pensamientos referentes al plan de incidencia propuesto en el caserío, otro punto a resaltar fue la importancia de la salud mental en los niños y como se han visibilizado cambios en su cotidianidad de estos mismos, mediante dos de nuestras actividades:  “Conociéndome” y “Yo sé cuidar mi cuerpo”, en donde ambas con objetivos distintos pero con el mismo trasfondo, tratar la salud mental en los niños con la ayuda de distintos profesionales del propio Caserío que amablemente estuvieron dispuestos a apoyarnos, de una manera didáctica y coloquial para el entendimiento de los niños y en palabras de la Sra. Medally Correa: “he visto que los niños se han  abierto más, han querido irse a sus actividades, es un apoyo en temas de su autoestima en como ellos se llevan con sus familiares y sus amiguitos del colegio”; a su vez el uso de recursos didácticos en las actividades tuvo buena acogida en los pequeños, hecho que nos fomentó a elaborar más productos, como los trípticos, afiches y fotografías: “me dio ilusión ver a mi sobrino cómo se me acercaba para darme un dibujito de las frutas que había hecho, carritos de cartón también y unas fotos que él alegremente me decía que sus amiguitos salían ahí y las guardó, las tiene en su cuaderno”, mencionó el joven Cristhian.

“A veces una puede estar ocupada, en el campo o viendo el negocio y a los niños los dejamos de lado por querer darles lo mejor, sí he leído el tríptico que mi sobrina me alcanzó, lo había guardado junto con unas fotitos y me pareció muy bonito porque ella lo comenzó a leer, es bonito la entrega de un material y sobre todo el ver que ellos lo guardan porque le tienen aprecio, usted sabe que ellos a veces son tímidos pero el contarnos que vinieron a hacer actividades se les queda prácticamente en la mente y todo lo que hacen ustedes ténganlo por seguro que ellos lo van a tener siempre consigo” nos comentó la Sra. Medally.  Así es, los niños del Caserío en nuestras primeras visitas se mostraron tímidos, lo que es comprensible en un inicio; con el desarrollo de nuestras actividades sacaron a relucir su espíritu optimista, alegre y próspero; cabe recalcar que el conocer que el aprendizaje adquirido ha sido compartido con sus familiares es de suma importancia y esencial. En ese sentido, hemos sido testigos del papel crucial que juegan el uso de recursos didácticos; se puede apreciar un cambio, ahora los niños nos enseñan las palabras y los juegos que han venido aprendiendo y se emocionan, los más pequeños, por mostrarnos hasta que número saben contar con sus manos; siendo en lo personal, algo satisfactorio.

El tema de la alimentación también fue esencial en la integración de las distintas actividades como “dibujos rayados”, “comiendo sano” y “collage saludable” cuyos objetivos varían pero coinciden en fomentar el consumo de alimentos saludables en su dieta diaria mediante diferentes dinámicas y el apoyo de especialistas en el tema, hecho que no pasó desapercibido por los pequeños, la Sra. Medally, quien tiene una pequeña tienda en el caserío, comenta sus experiencias con los niños:  “Hay una niñita que se llama Belén, es bien conversalona y  me estaba comentando que han hecho ensalada de frutas, usted sabe que ellos son niños y mayormente vienen a comprar dulces, chocolates, chizitos pero ella me comentaba  que quería hacer también una ensalada de frutas, quería imitar lo que habían hecho sus amigos que han venido a hacer sus actividades, me pidió un plátano y una manzana lo cual es raro que tu niño pida una fruta más lo piden sus mamás y ahí me nació la curiosidad, también me comentó que ella quería enseñarle a sus papás, es bonito saber que están que se quedan con lo que aprenden” acotó.

Y así continuó esta mesa redonda, con aportes muy valiosos por los mismos pobladores, el joven Cristhian y la Sra. Medally, quienes con soltura y amabilidad, comentaban sus experiencias vividas, lo que han podido observar como parte del lugar y sus puntos de vista con respecto a las diferentes actividades que se han venido realizando según el plan de incidencia establecido desde el inicio Caserío. Al finalizar con sonrisas en nuestros rostros nos agradecimos el tiempo brindando, la atención y sobre todo su disponibilidad al diálogo.

Finalizando la mesa redonda

Hoy me siento orgullosa porque este comité ha avanzado mucho con el apoyo y participación de los mismos niños, y ahora son ellos capaces de dirigir las reuniones y tomar las decisiones para finalizar y llevar a cabo exitosamente el Proyecto de bienestar y salud física, mental y social. El haber logrado no solo involucrarnos sino también obtener acción por parte de ellos es un gran avance personal y para ellos como comunidad. 

Es momento de transferirles la batuta, ahora ellos están próximos a dar un gran paso, organizarse y por fin decidir realizar un trabajo conjunto para planificar y ejecutar, en base a sus agendas, los proyectos idóneos para avanzar.

Ya sin más, el sentir al escuchar que el resultado planeado sirva de hito y causa de acopio para comunidades vecinas, hace que sirgan iniciativas tales como incentivar que se plantee un duradero intercambio de información y conocimientos entre los pequeños y entre la comunidad en general. Espero que no sólo se quede con el slogan “Juntos por la Raya" sino que próximamente sea quizá un “Juntos por Túcume”. Finalmente, se adjunta el video que certifica lo descrito.